Mientras nos rebanamos los sesos sumidos en un animado debate sobre como se va a administrar el m² de playa este verano, si entre toallas deberíamos instalar pantallas divisorias o si el snorkeling se tendría que practicar con mascarilla, un inesperado acontecimiento está teniendo lugar en Menorca…
Como si de una especie invasora se tratara, un fenómeno espontáneo va devorando hectáreas y hectáreas de césped. ¡Se trata de la bíohuerta!
Y es que después de un confinamiento doméstico de interminables semanas que han dejado secuelas al estilo Conde de Montecristo, millones de cerebros humanos trabajando en red han alcanzado cotas de sabiduría desconocidas hasta ahora. Y el poder del pensamiento colectivo ha eclosionado (como lo haría una gallina estreñida) llegando a la siguiente conclusión: ¡ser autosuficiente es vital para la supervivencia!
Muchos que creían haberlo conseguido todo en la vida (una preciosa segunda residencia en Menorca, un coche vintage en su garaje e incluso un romántico velero que no pasa por el canal del puerto de Mahón), han descubierto con estupor que carecen de lo más básico: su propia comida.
Sí, seguro que tú, querido lector, también lo habías pensado.
Y cierto es que ya desde hace unos años atrás estábamos tomando conciencia sobre el sector primario, los productos ecológicos, los huertos de autoconsumo e incluso algunos ayuntamientos habían puesto en marcha loables iniciativas como los huertos sociales, pero la cosa, reconozcámoslo, no había ido mucho más allá de cierto postureo.
Sin embargo, los acontecimientos desencadenados por la pandemia del Covid-19 han provocado un rápido cambio en la forma que teníamos de entender la vida y hemos empezado a tomarnos el asunto de la agricultura con la seriedad que se merece.
Son innumerables los ciudadanos, entre ellos el que suscribe, que han sacrificado un buen trozo de jardín para iniciar un proyecto de huerto ecológico de autoconsumo.
Tener en casa árboles frutales, verduras, hortalizas e incluso hierbas aromáticas, (bienes de primera necesidad) se antojan ahora mucho más importantes que poseer bitcoins invisibles en una cuenta virtual de un banco que vaya usted a saber si seguirá en pie tras el terremoto financiero que viene…
Y como no, nuestra querida isla es uno de los mejores lugares del mundo para capitanear una aventura tan hermosa y convertirse en “Menorca reserva de la Biohuerta”.
Y para terminar os dejo un listado de negocios locales donde comprar productos ecológicos menorquines.
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Javiet
La verdad es que en Menorca lo tenemos todo. Un microcontinente con todo lo que uno puede desear y que debemos cuidar…
Luis Miguel Benito
Quizá no consigas de inicio una cosecha muy rentable, hermosa o productiva, pero aprenderás a cultivar la tierra y a mejorar sus frutos que, por la deriva que toma esto… va a ser una ciencia muy cotizada.