Todos estamos de acuerdo en que Menorca es una isla mágica, pero para poder experimentar el verdadero alcance de su hechizo, sin duda, es necesario visitar algunas casas de campo de Menorca. Sobre todo, a ser posible, las más antiguas.
Son edificios fruto de la arquitectura popular: construcciones que se iban erigiendo según las necesidades de sus habitantes, sin la planificación de un arquitecto, pero que alcanzaron una altísima cota de belleza arquitectónica.
Viviendas rupestres plagadas de encanto y respetuosas con el medio ambiente que se esconden tras las paredes secas en los lugares más insospechados.
Y es que las casas de campo de Menorca, las más grandes denominadas «llocs” (grandes fincas con explotación agrícola), las «estancias” (predios más pequeños) o casas de campo (sin explotación), siempre han gozado de un entrañable atractivo. ¿Quién no recuerda la icónica imagen de los quesitos del Caserio?
Sobre todo en invierno, la experiencia de pasear por el campo bajo una fina lluvia para después calentarte junto al fuego de una cálida chimenea no tiene precio…
Y para que vayas conociendo algunos ejemplos de las casas de campo en venta en Menorca te dejo tres estupendas opciones:
Una bucólica casa en plena naturaleza en un entorno embriagador
Una pequeña finca al sur de Ciutadella que retiene todo el sabor del mundo rural menorquín, con motivos arquitectónicos tan hermosos como bóvedas y vigas de madera.
Una gran finca rústica con más de 100 ha de terreno donde se alza un importante conjunto arquitectónico, donde destaca una casa del siglo XVIII cuidadosamente reformada y una zona de terraza con piscina protegida por un exuberante edén de plantas y árboles.
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