Cuando el índice de nuevos contagios por coronavirus en Menorca permanece congelado desde hace prácticamente una semana, y mientras el Gobierno Balear y el Consell insular de Menorca mantienen un pulso con el gobierno central por iniciar una desescalada antes que en otros territorios de España, en nuestro entorno se percibe una escalada de frenesí por salir y disfrutar Menorca.
Y es que la llamada de la naturaleza es muy poderosa (algunos, tras 40 días entre paredes, ya escuchamos el sonido de las olas de Favaritx en la ducha y vemos asomarse las montañas de Es Mercadal tras la pared seca del jardín de nuestro vecino en Mahón).
Una señal tan intensa que provoca que algunos quebranten el confinamiento como lo haría un licántropo encadenado en una mazmorra durante una noche de luna llena.
La población de la isla se encuentra radicalmente polarizada en dos opiniones que se repelen sobre la conveniencia de iniciar la desescalada. Por una parte, tenemos una facción que se muestra aterrorizada ante una relajación demasiado temprana de las medidas de protección. Y por la otra parte, tenemos a la facción, más temeraria, que optaría por pasar un día completo de picnic nudista en Chernóbil antes que permanecer un solo día más en confinamiento.
Los primeros argumentan su temor a un rebrote y promulgan una estrategia de lucha de resistencia atrincherados en la seguridad de sus casas para derrotar al Covid-19. Mientras los segundos proclaman plantar batalla al virus a campo abierto, escudados por un baño de rayos del sol que refuerce sus sistemas inmunitarios, y esgrimen que, cuanto antes, debemos aprender a convivir y plantar cara a este invisible invasor que ha llegado para quedarse.
Y es que a medida que transcurren los días, y el paso del virus se va disipando como una mañana de niebla, la balanza se empieza a inclinar hacia el bando más intrépido. Basta escuchar a nuestros clientes y amigos que nos llaman desesperados desde sus ciudades prisión, para decirnos a gritos que en cuanto se flete un avión hacia Menorca vendrán aunque sea montados en un ala, y nos suplican que les vayamos consiguiendo una lista de los hoteles y restaurantes que estarán abiertos…
Y si ya tiene claro que quieres tener tu refugio en la isla aquí tienes una selección de casas en venta en Menorca
Deja una respuesta