Playa secreta de Menorca

Aunque pueda parecer engañoso titular este post Playa secreta de Menorca no lo es en absoluto y explicaré el por qué. En plena temporada turística los turistas que visitan la isla se aglutinan en las playas más emblemáticas como Macarella, Cala Mitjana, Trebeluger, etc. Y desde luego tienen un buen motivo porque la belleza de estas playas y calas no tiene parangón (es indiscutible). Sin embargo, todavía hoy, en Menorca existen pequeñas playas que pasan desapercibidas. ¿Ahh… sigue pensando que exagero…? Pues déjeme explicarme…

Pues bien, esta misma mañana visité la playa de Sa Mesquida (una de las mas entrañables para mí, porque pasé gran parte de mi infancia veraneando en ese idílico lugar) y a pesar del fuerte viento del norte que estaba golpeando la orilla, la playa estaba bastante llena. En fin, eché un ojo a las olas y a la gente que luchaba con las toallas que parecían querer huir y me marché después de unos 15 minutos.

Pero cuando iba conduciendo camino de Mahón, sin saber por qué, asaltó mi mente una pregunta: ¿Y cómo estará esa pequeña playa de Mahón que está protegida del viento…? ¿Estará llena como la mayoría de playas de Menorca en temporada alta…? Tan pronto como lo pensé cambié mi rumbo y me dirigí a la pequeña playita que, más de 40 años atrás en el tiempo, me descubrió mi abuelo (era uno de sus lugares de pesca).

Y cuál fue mi sorpresa que al llegar no encontré a nadie. ¡No podía creerlo! Solo había embarcaciones fondeadas que se habían resguardado del mal tiempo (tampoco eran muchas por las que podían haber sido).

Este lugar se llama Cala Teulera, y más que una playa es una cala dentro del puerto de Mahón que contiene dos pequeñitas playas de arena (creo que una de estas playas se llama «Miou»). El lugar tiene mucho encanto, la zona está coronada por una antigua torre de defensa de la época de la dominación inglesa, y se encuentra a medio camino  entre La Mola (el museo militar) y la isla de Lazareto (un pequeño islote que en el siglo XIX fue un siniestro hospital para confinar leprosos). Al parecer está cala fue, desde ya nadie recuerda cuándo, lugar de baño de los sofocados soldados de La Mola. Por cierto, os recomiendo visitar la Fortaleza de La Mola.

Y, cómo no, si le gustaría alquilar una casa en esta zona aquí le dejo una con su propio acceso al mar.